Me aburro.
Me aburro.
Me aburro.
¡Cómo en Roma me aburro!
Más que nunca me aburro.
Estoy muy aburrido.
¡Qué aburrido estoy!
Quiero decir de todas las
maneras
lo aburrido que estoy.
Todos ven en mi
cara mi
gran aburrimiento.
Innegable, señor.
Es indisimulable.
¿Está usted aburrido?
Me parece que está usted
aburrido.
Dígame, ¿a dónde va usted tan aburrido?
¿Que usted va a las iglesias con ese
aburrimiento?
No es posible, señor, que vaya a las iglesias con ese aburrimiento.
¿Que a los museos —dice—siendo tan
aburrido?
¿Quién no siente en mi andar lo aburrido que estoy?
¡Qué aire de aburrimiento!
A la legua se ve su gran aburrimiento.
Mi
gran aburrimiento.
Lo aburrido que estoy.
Y sin embargo... ¡Oooh!
He pisado una caca...
Acabo de pisar — ¡Santo
Dios!— una caca...
Dicen que trae suerte pisar una caca...
Que trae mucha suerte pisar
una caca...
¿Suerte, señores, suerte?
Estoy pegado al suelo.
No puedo caminar.
Ahora sí que ya nunca volveré a
caminar.
Me aburro, ay, me aburro.
Más
que
nunca me aburro.
Muero de aburrimiento.
No
hablo más...
Me morí.
Me gusta este poema un poco. Yo también a veces me aburro,
pero siempre hay cosas para hacer para que no te aburras.
pero siempre hay cosas para hacer para que no te aburras.
No comments:
Post a Comment